martes, 16 de diciembre de 2014

Experiencia vespertina en el supermercado

 
   La gente, cuando entra al Mercadona, va poseída. ¿Por qué digo esto? Porque tienen todos unas ansias de encontrar los productos y unas ansias de pagarlos que no entran dentro de la cordura humana (al menos la que yo creo tener).

   Esta mañana he ido al "Metadona" (es así como creo que deberían llamarlo por el frenesí con el que va la gente por sus pasillos). Estaba hasta arriba de gente. Había gente comprando como si fueran a cerrar ya el resto de la semana. Era increíble el movimiento de carros, cestas, gente... Todas las cajas abiertas... parecía el metro de Japón en hora punta.

   ¿A qué he ido al "Metadona"? Os estaréis preguntando, pues bien saben (los que me conocen) que no soy fan de este supermercado (y los que no lo sabíais, ya lo sabéis). He ido a comprar un minúsculo paquetito de bolsas de congelado. Con decisión, he ido directa a por el paquete. He seleccionado una caja (todas petadísimas), y he ido a ponerme en una en la que había una viejecilla (ouch!) con una bolsa llena de compresas para las pérdidas de orina (pobre...); bueno, una viejecilla detrás de otros cuantos, claro... La viejecilla, viendo que le llegaba el turno, ha puesto su bolsa encima de la caja. La cajera (previa mirada asesina hacia la viejecilla) ha vaciado casi al completo la bolsa en la cinta. Yo he cogido el cartelito de separación entre cliente y cliente y he colocado mi cajita de bolsas de congelado en la cinta. La impaciente de detrás de mí ha empezado a colocar lo suyo (yo creo que en alguna ocasión ha rugido como los osos) y la de detrás de ella ha empezado a hacer lo mismo, juntándose todas las compras. Mientras, yo sujetaba mi paquetillo. La cajera ha empezado a contar los paquetes de compresas de la viejecilla, los ha marcado y se los ha vuelto a colocar en la bolsa, y yo (como se supone que ya había terminado de pasar la compra de la viejecilla) he puesto mi cajita delante del cartel de "cliente siguiente" (o lo que ponga). La viejecilla se ha dado la vuelta, me ha mirado con cara de querer pegarme la paliza del siglo, ha cogido mi cajita y la ha vuelto a poner detrás del cartel (UUUUUUUUUH qué mala hostia se me estaba poniendo) mezclando mi cajita con las otras dos compras. He cogido la cajita y la he vuelto a poner delante. La viejecilla la ha vuelto a poner detrás. .......................... Y claro, cuando la viejecilla se ha ido por fin de la caja, la cajera cogió mi cajita y quería seguir pasando la compra de la de detrás de mí..... el típico "No no, eso ya no es mío" ha tenido que salir de mi boca, y todo gracias a la viejecilla a la que le molestaba mi cajita de bolsas de congelado.

   "Metadona", perdón, Mercadona, ese supermercado en el que la gente entra y flipa en colores con las ofertas (que no son tantas), con la marca blanca (que no veo yo que sea para tanto) y con ese ansia por poner sus cosas en las cajas para ser pagadas (pienso que algunos pueden llegar hasta morder de la rabia....).

   ¡¡¡Señoras, señores, seriedad por favor, que os van a cobrar la compra a todos!!! ¡¡¡Y un poquito de relaaaaaaaax oooooooooohmmmmmmmm y no agobiad al prójimo!!!

   ¡¡¡Qué a gusto me he quedado!!!




(16/12/14)

4 comentarios:

  1. La gentes se estresa sola y nos estresan a los demás -.-' Ainssss

    ;-)

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  2. Yo creo que dan puntos por pagar el primero, si no no me lo explico jajsjjajja

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    Respuestas
    1. mmmmmm.... pues no sé...... algo de eso tiene que haber..... jijijiijijijiji

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