jueves, 13 de agosto de 2015

No te vayas todavía, no te vayas por favor


 "Algo se muere en el alma cuando un amigo se va.
    Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma, cuando un amigo se va,
    algo se muere en el alma cuando un amigo se va..."


   Así es la letra de la fantástica canción de Ecos del Rocío, y así me siento yo, pues he perdido algo muy importante. Algo que ha estado conmigo desde hace muchos años. Algo que me ha acompañado en muchos momentos de mi vida, tanto buenos como malos, de día y de noche, en las cuatro estaciones del año, siempre conmigo. Éramos inseparables, parecíamos un solo ser. Llevábamos tres años muy intensivos, tres años juntas a todas horas, yo no salía sin ella. Había veces que pesaba, otras veces iba más ligera, pero no podíamos estar la una sin la otra. Ya se veía viejecita, se había oscurecido con el paso de los años, había perdido su brillo y su lustre, pero no me importaba, ella hacía perfectamente su función. Hace un tiempo tuvo un ligero percance que no tardé en solucionar y siguió acompañándome hasta que este martes, 11 de agosto de 2015, no pudo más. Su vida estaba pendiente de dos hilos, dos hilos que controlaban el poco tiempo que le quedaba, y se rompieron. Se rompieron los dos a la vez. 

   Sentí pena, una gran pena terrible. Tantos años conmigo y ahora ya no vamos a vivir más experiencias juntas. La echaré de menos.


" No te vayas todavía, no te vayas por favor,
   no te vayas todavía, que hasta la guitarra mía
   llora cuando dice adiós."




Adiós mochila mía.
Adiós




(13/08/15)


Entrada destacada

Un retiro en la bóveda de un banco

   La verdad es que no sé cómo empezar esto. Diría cien mil cosas ( o más, que no me gusta exagerar ) de miles de millones de formas, pero...