jueves, 16 de febrero de 2017

El amor de mi vida soy yo


   Haciendo un repaso de mis redes sociales a lo largo y ancho de unos cuantos años, ha aparecido este recuerdo que me apetece compartir con vosotros. ¿Por qué? Pues porque no me acordaba de ello, pero es curioso. 


   "Estoy empezando a sospechar seriamente que el amor de mi vida soy yo. Anoche soñé que me casaba, era el día de mi boda, tenía un vestido extrañísimo, pero era mi vestido. No estaba ni peinada ni maquillada aún, y lo peor de todo era que todo el mundo sabía con quién me casaba, menos yo. Yo no sabía quién iba a ser el novio de la boda.
   He visto a una amiga en mi sueño. Había venido a mi boda. Me ha encantado verla aunque haya sido en sueños. Si algún día me caso la invitaré.
   Como bien dijo Calderón de la Barca: "Los sueños, sueños son""

   La verdad es que suelo tener unos sueños bastante curiosos y tengo la virtud (o a veces el defecto) de poder recordarlos con muchos detalles.



   Tuvo una pequeña repercusión entre mi gente, así que os voy a enseñar lo que me dijeron.


LPC: A mi no me invitaste????
Yo: LPC seguro que sí estabas por ahí 

LPCClaro claro ahora que he protestado, yo que tenia el regalo ya...... tsk tsk
CFGuapa!!!!! Todo un honor para mi 

LJDPues el mayor compromiso es el que se adquiere con uno mismo... suena a coña pero a veces no es tan facil amarte, respetarte, acompañarte en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza y todos los dias de tu vida.... asi que si te casaste contigo misma y eres un buen marido para ti... eres afortunada!! y para rizar el rizo...como es arriba es abajo y como es dentro es afuera...

Yo: LJD me matas!!! Jajajajajajajaja!!!

LJD: jajajajajajaja, se me va...ya sabes




  
 (LPC, CF y LJD son las iniciales de los nombres de tres buen@s amig@s que ese día decidieron aportar su granito de arena a mi sueño) 

¿Recordáis vuestros sueños? 


(16/02/17)





martes, 7 de febrero de 2017

Otro día fingiré estar embarazada ¡Ea!


   Soy una buena ciudadana. Lo sé. Lo demuestro a diario. ¿Cómo lo demostré hace unos días? Pues veréis: volvíamos mis padres y yo en el autobús nº 9 desde casa de mi hermana hasta Cibeles. Mis padres se habían sentado juntos y yo en otro sitio, no había tres asientos juntos (¡ouch! ¡no pasa nada! me senté en otro y ya está). Una señora muy mayor (muy, muy, pero que muy mayor) se levantó corriendo de su asiento (a la velocidad del rayo, por cierto... increíble para su condición física) porque a mi lado se había quedado el asiento libre (y ya sabemos todos que un asiento libre en un autobús es un tesoro muuuuuuy preciado), y se estaba levantando con el autobús moviéndose (muy atrevida ella). Extendí hacia ella mi mano para ayudarla para que no se cayera y se sentara conmigo (¡olé por mí y por mi buena obra!).


¡Primera obra del día!



   En otra parada del recorrido se subió una señora muy muy mayor (fue la tarde de las señoras súper mayores en el autobús), (((¿cuántos años sumaríamos entre todos? una bestialidad, seguro))) muy requetepintada (no le pegaba, la verdad), con un abrigo de oso panda (¡puaj!) que seguro era verdadero (grrrrrrr), y se me puso delante:



   - Señorita - me dijo con voz dulce y ojos como el gatete de Shrek - ¿te importa levantarte para que me siente yo?



   Me quedé mirándola, le puse una sonrisa (finjida pero dulce) y, levantándome de mi asiento como si llevase un millón de losas encima, como si me acabase de arrasar una manada entera de elefantes, como si hubiese hecho una comida sin haber probado un trozo de pan (un dolor abominable...)... le dije: 



   - Por supuesto, siéntese.


¡Segunda obra del día!

   Menos mal que justo al levantarme yo, se levantaron las dos personas que iban detrás de mí y volví a sentarme hasta Cibeles..... Otro día fingiré estar embarazada y no me voy a levantar. ¡Ea!





(07/12/17)



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