domingo, 23 de enero de 2022

Explota, explota me exploooooo...

    

   El otro día soñé que...

   "Iba paseando tranquilamente por mi ciudad (como hago muchas veces), Leganés (la mejor ciudad del mundo mundial), y tenía que pasar desde mi barrio al centro. Una de las posibilidades para pasar es pasar por el Paseo de la Inclusión (un pequeño túnel que pasa por debajo de la vía del tren y ya te plantas en el centro), pues resulta que en ese túnel había tirada en el suelo una silla de colegio (curioso, por cierto), como las de los institutos también (bien la vais a visualizar en vuestras mentes), pero cuando se acercaba alguien (ya estoy temblando de recordarlo) ¡Ay cuando se acercaba alguien! (ya me tiemblan hasta las canillas) salía de la nada una voz infantil con eco que decía... "Explota, explota me exploooooo... (explota, explota mi corazón)", la silla se elevaba del suelo (con la velocidad de un cometa) y se lanzaba con violencia a agredir a la gente que pasaba por el túnel (¡zas! ¡pug!). Agredía, hería y se volvía al suelo (no me lo podía creer). Volvía a escucharse la voz (¡oh no!) y de nuevo se elevaba y se lanzaba a hacer daño (¿pero esto qué es?). Yo tenía que pasar (¡ánimo, niña!). No sabía cómo (¿por aquí? ¿por allí?). Me pegaba a la pared todo lo que podía (como las lagartijas) intentando esquivarla mientras hería a otras personas (a lo mejor pensaba que mientras hería a otros no me vería a mí (vamos, ni que fuera invisible...)).

   La voz que decía "Explota, explota me exploooooo..." era terrorífica (no os lo podéis ni imaginar), la violencia de la silla era infernal (estaba poseída por el mismísimo demonio), y pasar por debajo del túnel se estaba convirtiendo en una tarea imposible..."



   La cabeza de cada persona es un mundo, los sueños sueños son, pero mi mente se monta cada película de flipar (estoy para que me estudien psicológicamente).

   Por cierto, no sé si me atacó la silla, no lo recuerdo.



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