martes, 24 de febrero de 2015

¿Pero qué se oye en el tren?

 
   Hora aproximada: 12 p.m
   Lugar: tren de cercanías que hace el recorrido Parla-Alcobendas-San Sebastián de los Reyes
   Día: 23 de Febrero de 2015

   Son la hora, el lugar y el día en el que yo iba en el tren, a dónde iba eso no importa (¿o sí os importa?), lo que importa es lo que estaba ocurriendo en ese tren... en ese vagón... tres asientos más allá del mío...

   Os juro que no me lo podía creer, pero era cierto. De hecho, las pocas personas que había en el vagón también se dieron cuenta. Ese día no iba hablando nadie (y mirad que es raro, porque en el tren se escuchan conversaciones de todo tipo). Algunos escuchaban música, otros leían su ebook, otros jugaban al Candy Crush, otros leían el periódico, incluso me atrevo a decir que alguien roncaba (a esas horas sí, la gente arrastra muuuuuuuuuuuuuucho sueño).

   Yo iba sentada en una mini fila de tres asientos, ni hacia delante ni de espaldas, sino de lado. Justo en la fila de al lado, había un señor escuchando algo con sus cascos (imagino que música); prácticamente nadie más a mi alrededor, excepto... tres asientos más allá (se acerca el momento cumbre.....)... había un señor mayor sentado. Este de la foto (de espaldas): 


   Un señor mayor con su smartphone en la mano. Hasta ahí bien, porque nuestros mayores tienen derecho como todo hijo de vecino a usar las nuevas tecnologías, pero hay que explicarles también que existe un invento llamado cascos que se acoplan a su smartphone y así pueden evitar que los demás se enteren de lo que escuchan o ven. ¿Queréis saber qué se escuchaba en el silencio del vagón?

¡¡¡Gemidos pornos!!!
(¡puaj!)

¡¡¡Sí sí, gemidos!!!
(¡cochino!)

¡¡¡Aquí el señor iba viendo y escuchando a todo volumen porno!!!
(¡requetemarrano!)

¡¡¡Oh my Thor!!!
¡¡¡Verlo para creerlo!!!

   Conclusión: nuestros mayores consumen más porno del que pensamos ¡¡¡pero la próxima con cascos, por favor!!!

   ¡¡¡Oh my Thor!!!




(24/02/15)





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