miércoles, 24 de junio de 2020

Hay un gel hidroalcohólico en la puerta


   Vas a comprar. Te pones la mascarilla, llevas tu gel hidroalcohólico para desgastarte las manos con él y sales a la calle.

(... toda precaución es poca; mascarilla siempre; gel hidroalcohólico, siempre...)

   Esquivas a los que van con mascarilla. Esquivas a los que van sin mascarilla. Les dices de todo en voz alta porque no se enteran. Vas a tu destino.

(... como si estuvieses en un circuito de fórmula 1...)




   Hay un gel hidroalcohólico en la puerta. Te echas. Entras en la tienda. Si compras algo, te vuelves a echar gel. Si no compras nada, también.

(PLIQUI PLIQUI (reproducción del sonido inexitente del dispensador de gel))

   Sales feliz, se te ocurre otra cosa y te diriges a otra tienda.

(... feliz pero no feliz nivel Heidi, parecerías ridícul@...)

   Hay un gel hidroalcohólico en la puerta. Te echas. Este huele peor. Qué mal se introduce. Qué asco, qué peste llevo en las manos. No tocas nada porque no compras nada, pero te vuelves a echar gel al salir.

(... venga va, otra vez. PLIQUI PLIQUI... ufff... puaj... grrrr...)

   Sigues por la calle esquivando gente.

(... ponte la mascarilla, coño... ahí en el codo va bien, sí señor... no me da pena que te infectes tú, sino que se infecten los que estén contigo... ¡qué te la pongas, hostias!)

   Te asomas a un escaparate. Te gusta algo. Entras.

   Hay un gel hidroalcohólico en la puerta. Te echas. Este huele raro pero no tan mal como el de antes. Ya se ha introducido. No tocas nada. Si tocas algo te echas rápidamente gel del tuyo. Sales de nuevo sin nada.

(... oooooootra vez, PLIQUI PLIQUI... ehmmm... joeeer....)

   Por fin vas a la tienda a la que querías entrar desde el principio.

   Hay un gel hidroalcohólico en la puerta. Te echas. Entras en la tienda. Este no se introduce ni a tiros. Qué horror. Qué asco, huele fatal. ¿Por qué no olerán todos igual? 

(... PLIIIIIQUI, PLIIIIIQUI.... PLIQUI, PLIIIIIQUI PLIQUI mon amour... )

   Sales de la tienda y vas por la calle sorteando a todas las personas con las que te cruzas deseando llegar a tu casa. 

(... en casa me siento segur@@@@@@@@@@@@@@@@....)

   Qué ganas tienes de llegar a casa para lavarte las manos en condiciones.

(... oh sí, agua fresquita, por favor, jabón, por favor, pero aguaaaaaaaaaaaa...)

   Sí, las llevas limpias. Sí, las llevas desinfectadas, sí a todo, pero donde esté un buen jabón y un chorreón de agua... que se quiten todos los geles hidroalcohólicos del mundo. 



  
   P.D: lávate las manos después de leer este post.
   P.P.D: lávate las manos.
   P.P.P.D: ¿se os saturan las manos con el gel hidroalcohólico como a mí?
   P.P.P.P.D: lávate las manos y ponte la mascarilla. 

viernes, 12 de junio de 2020

Los ojos los tenía de color rosa


   En ocasiones veo muertos (ah no, eso no, me parece que eso es de una película...).

   En ocasiones sueño con espíritus (sí, esto sí, ahora sí).

   Que sueño con espíritus no es nada nuevo para tod@s l@s que me conocen, ya lo he contado más de una vez (en mis diferentes y escasas redes sociales), y anoche volví a soñar con ell@s (a ver, no he soñado con l@s que conocen mis paranoias, sino con los espíritus, no vaya a haber luego confusiones... qué yuyu me da...).

  Soñé que estaba en una casa que no era mi casa pero que sí lo era (cuando sueño que estoy en mi casa, nunca es mi casa pero sí que lo es...). Yo notaba que había algo raro pero no terminaba de averiguar el qué (una perturbación en la fuerza o algo). Tumbada en la cama se me representó la silueta de alguien (miedo, misterio, incertidumbre en el ambiente), pero no era cualquier silueta, era un ser azul semitransparente (y en vez de taparme con el edredón a ver si desaparecía, me quedé como una boba mirando). Se podían apreciar perfectamente las venas, las arterias y el corazón latiendo en medio. Los ojos los tenía de color rosa. Hizo un movimiento con sus manos (muy a lo "Doctor Strange") y se creó una bola de luz violeta en ellas ¡Y no dudó en lanzármela! (¡horror! ¡el espíritu asesino!) Pero yo fui más rápida (es que he estado entrenando en la creación de bolas mágicas y se me da muy bien), con mis propias manos frené esa bola violeta (¡toma ya!) creando un efecto rebote (¡poing!) e impactando sobre el espíritu azul semitransparente, desintegrándose éste en el aire con una ilusión óptica como si fuera una galaxia de la novena dimensión (¡Lo lo lo lo lo lo loooo lo!) En ese momento sentí que había más presencias parecidas a la del ser azul semitransparente (oh oh), me levanté corriendo de la cama (¡toing!), avancé por el pasillo y grité con todas mis fuerzas "¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!", pero no por miedo, sino para que se acercaran a mí y poder acabar con todos ellos... Vi una mano real flotando en el aire.

   No recuerdo más.

   Mi blog ha vuelto.

   En ocasiones me doy miedo.




  ¿Conocéis a algún exorcista?

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