miércoles, 8 de abril de 2015

Tic Tac Tic Tac

   
   El autobús. Ese medio de transporte que tienes que esperar un cierto tiempo para que te lleve a donde quieras que te lleve.

   El autobús. Ese medio de transporte que tiene un comienzo de recorrido y un final.

   El autobús. Esa vuelta grande que te da por lugares que a ti te dan igual pero que entran dentro de su itinerario.

   El autobús. Ese gran medio de transporte al alcance de nuestra mano.

   ¿Por qué os hablo del autobús? Porque ayer (07/04/15) nos pasó a mi madre y a mí una cosa… ¿cómo lo definiría yo? … ¿Graciosa?...  No ¿Surrealista?... Quizás...

   Os hablo de la línea 450 con recorrido Alcorcón-Leganés-Getafe.

   Nos han hablado de un zapatero en Alcorcón muy bueno que te hace zapatos a medida (no os voy a poner el nombre del zapatero ni dónde está porque no me pagan por hacerle publicidad), y mi madre y yo decidimos y a echar un vistacillo.

   ¿Cómo ir? Pues cogiendo la 450 (dirección Alcorcón) y bajándonos en la penúltima parada del recorrido. Fuimos atentas, y llegamos al final… Un mini despiste… El desastre no fue grande, pues las paradas están muy cerca entre ellas y la tienda la localizamos enseguida.

(Lo que pasó en la zapatería es otra historia)

   Tras salir de la tienda, decidimos volver a casa. La parada en la que teníamos que coger el autobús de vuelta era la misma en la que nos habíamos bajado. Termina y empieza en el mismo sitio.

   Pues bien, llegamos a la parada (vacía) y nos sentamos a esperar (tic tac tic tac). Viene un autobús (olé). Se baja la gente y el autobús avanza un poco para descansar. El autobusero se baja, enreda con el móvil, (tic tac tic tac), nosotras nos asomamos, sigue enredando con el móvil, (qué pesado) nosotras sentadas, el autobusero que sube, nos ponemos nosotras de pie, vemos que lejos de la parada cierra las puertas y……………. ¡¡¡SE LARGA!!!.............. ¡¡¡SE LARGA SIN NOSOTRAS!!!…….. PERO… PERO… PERO… PERO… ¡¡¡PERO!!! ¿PERO QUÉ ES ESTO? ¡¡¡DELANTE DE NUESTRAS NARICES!!!

 ¡¡¡OH MY THOR!!!

   Ojipláticas, aturdidas, anonadadas estábamos, no entendíamos nada… ¡nos habían dejado allí!

   De nuevo nos sentamos en la parada, miramos el tiempo de espera al siguiente (tic tac tic tac 13 minutos tic tac tic tac). Vino un autobús de la línea 512…

   - Oiga por favor, ¿sabe si aquí se coge la 450 para ir a Leganés?
   - Sí señora, aquí es
   - Muchas gracias

   Pues nada, nos sentamos… (tic tac tic tac). Otro 512. Un autobús de la línea 2. (veo una nube con forma de elefante) Otro 512. El 450 que no viene. Otro 512 (joder, qué buen servicio tiene). Otro 2 (pero si no hay nubes... paciencia Inma….. relaaaaaaax ooooooooohmmmmmmmmmmm). Y por fin viene otro 450. Para, la gente se baja y avanza un poco para descansar. Y claro, mi madre y yo nos miramos… ¡¡¡a por él!!!

   El conductor abre la puerta:

   - Oiga señor, por favor ¿es aquí donde se coge para ir a Leganés?
   - Sí señora
   - Es que su anterior compañero nos ha dejado tiradas como a una colilla, no se ha puesto en la parada y nos ha dejado aquí.
   - Verá señora, le cuento: el ayuntamiento nos dijo que, al parar tres líneas de autobús en esa parada y siendo comienzo y final de recorrido de esta, nos propuso parar unos  metros más adelante para descansar y coger ahí a la gente, pues los otros autobuses pueden llevar pasajeros minusválidos y pueden necesitar bajar la rampa, entonces nosotros (la línea 450) nos ponemos más adelante para no estorbar.
   - Pues gracias por la información, nos hemos sentido mal porque nos habían dejado tiradas sin entender nada. Gracias.

   Fin de la conversación.

   Por fin, subimos al autobús. ¡A Leganéeeeeeeeeeeeeeeeeeeees!

   ¿Habéis visto qué odisea? ¡¡¡Madre de Thor!!! La que puede liar un autobús…

   Así que ya sabéis, si algún día tenéis que coger la 450 en Alcorcón para volver a Leganés, ésta para unos metros más allá de su parada. Que no os pase como a nosotras. 


   El que avisa no es traidor.





(08/04/15)

Entrada destacada

Un retiro en la bóveda de un banco

   La verdad es que no sé cómo empezar esto. Diría cien mil cosas ( o más, que no me gusta exagerar ) de miles de millones de formas, pero...